Elaborado en forma tradicional en piletas con epoxi. Una vez finalizada la fermentación alcohólica, luego del descube, se prensan sus hollejos, con prensa hidráulica. Determinando cierto volumen del vino prensa para ser cortado con el vino flor y luego realizar la fermentación maloláctica o segunda fermentación, transformando el ácido málico en láctico, reduciendo de este modo la sensación ácida del vino para transformarla en suave, cremosa y redonda al paladar. Finalmente, es pasado por barricas de roble francés para otorgar una estabilidad biológica, lo que le proporciona su sabor característico.
Rodeados por un paisaje de ensueño, con la Cordillera de los Andes como telón de fondo, Bodega FLORIO abre sus puertas.
La tradición vuelve a conquistarte.
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